martes, 2 de agosto de 2011

La ley del silencio

Hoy aplicas la ley del silencio.

Se ve que en el último eclipse nos alcanzó el Sol.

Bajamos nuestra hermosa persiana del deseo

Y no pudimos evitar que se colara la verdad rayando la pared de amarillo,

-esa verdad tan antigua-.


Llevamos años danzando alrededor de una hoguera,

Tan longeva como nuestra historia.

Son vidas ya.


Y cuando no nos quemamos andamos soplando sus brasas.

Al final acabé repleta de quemaduras, ya ves.


Mi niña, hoy aplicas la ley del silencio.

Y mi perro lamiéndome debilidades

Con el techo en carne viva mientras te recuerdo.


Tal vez llevamos demasiado tiempo

Encolando recuerdos con nuestra propia saliva

Y aunque tú nunca pidieras lo que yo te dí,

Me amputé verbos que ya jamás podré volver a pronunciar.


Ya no hay gigantes que hagan bailar sus aspas

Porque hoy aplicas la ley del silencio.

4 comentarios:

  1. Ni molinos, ni Quijotes ni Sánchos, ni el dolor pequeño de quemar un libro o una foto, ni el olor de la saliva sobre el cuerpo, ni la fiebre, ni el fuego, ni el deseo de apagar todas las lámparas, ni la acción de encenderlas, ni perfumes de niñas felices au bord du monde, ni el viento coincidiendo con la lluvia, fondu a noir, sólo queda el negro, a veces el blanco y todo lo inmóvil, cuando “tú” desaparece, ya no hay.

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    [Hoy vine a buscarte y no sé qué demonios le pasa a mi perfil que no me deja publicar desde el pasillo. ¿Será algún artículo de tu ley del silencio? aaah]

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  2. No llamaría verdad a lo que raya. Sí a lo que tiñe. Dar lo que no se pide... me recuerda una traducción más o menos libre de Bernanos: "qué maravilla poder dar aquello que nos falta. Convertir en milagro nuestras manos vacías".

    Hacía bastante que no leía algo tan honesto. Quería decírtelo.

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  3. creo en coger los corazones y arriesgarlos hasta desvalijar la carne y secar la sangre.
    Creo qu esto que has escrito es increible, porque, supongo, que tambien vives increiblemente apasionada

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  4. Me gusta quemarme y no me areepiento de las heridas, pero luego las cicatrices... cuando te desnudas a veces hay que explicarlas

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