Demasiado descarnado para ser publicado. Demasiado sangriento para ser verdad. Esto es lo que escribo en las últimas penumbras de mis penúltimos soles. Ni pienso, ni concreto con la pluma. No releo ni concilio el sueño.
Mientras procuro un hábito, todo lo que de mí sale muestra más taimado que nunca los temores que invaden mis letras temblorosas. Y el desasosiego que me provoca mi voz mutilada y gastada hace correr miles de excusas. Excusas de lava roja con tinta azul.
Guardo hoy en una cápsula del tiempo, bajo el árbol mejor plantado, todo un recital de miedos y caricias. Así podrán ver un día que, aunque vivimos solos, nos amamos muchísimo.
...
Bendita libertad que nos hace presos emocionales. Éste será nuestro torpe legado.
Mientras procuro un hábito, todo lo que de mí sale muestra más taimado que nunca los temores que invaden mis letras temblorosas. Y el desasosiego que me provoca mi voz mutilada y gastada hace correr miles de excusas. Excusas de lava roja con tinta azul.
Guardo hoy en una cápsula del tiempo, bajo el árbol mejor plantado, todo un recital de miedos y caricias. Así podrán ver un día que, aunque vivimos solos, nos amamos muchísimo.
...
Bendita libertad que nos hace presos emocionales. Éste será nuestro torpe legado.
Las emociones nos permiten ser humanos, los errores..darnos cuenta de que lo somos, y conseguir algo aunque pese junto a ese temor vs ansia, nos incita a querer seguir siéndolo.
ResponderEliminarNo creo que debamos dejarnos llevar por las emociones, aunque sean estas las que nos diferencien de los humanos...
ResponderEliminarBesicos
A mi ya no me quedan cápsulas del tiempo, como las casualidades buenas, las gasté muy rápido.
ResponderEliminarSi no nos queda la libertad
ResponderEliminar¿para qué solas?
Un saludo.
No te voy a hablar ni de la libertad ni de la sangre –todo lo demasiado sangriento siempre es verdad-, tampoco creo saber concretar nada, ni con la pluma ni con el aire. Pero quisiera hablarte de un flan o de una gelatina, de todas las cosas que tiemblan por razones obvias; en un momento u otro, dejarán de hacerlo.
ResponderEliminarSomos una madeja de emociones. Lo bueno es encontrar el hilo...
ResponderEliminarBesotes
la vida suele ser descarnada y la verdad sangrienta.
ResponderEliminarUn beso y que todo vaya genial!
Y sin embargo las emociones... luchando contra ellas, poniendo el cerebro delante para que éste, a la primera de cambio, se nos ponga sentimental!
ResponderEliminarL.
Magnífico texto y "emocionante" blog!!!
ResponderEliminarhttp://balapertotarreu.blogspot.com
Barcelona
Frank
no sabia que te ibas para siempre,(de este blog)pero supongo que siempre llega un momento en que las palabras no consuelan,y el dolor nos aplasta todo lo mucho que creiamos que eramos,y que podiamos con todo,hasta que algo pasa y nos cerramos porque no podemos más,porque ardemos en el infierno de nuestro propio,tangible,frágil,ser.Porque a nadie le importamos lo suficiente,y cuando todo cae,no sabemos ya que queda....
ResponderEliminarmalditad levedad...y maldita vida..