-Hola. Buenas tardes. ¿Tiene cubrecorazones de agujeritos?
-¿De qué talla?
-No sé, creo que la mediana. Pero no lo tengo muy claro.
-¿Color?
-Mmmm… negro. O no, no, ¿estampado podría ser?
-Por supuesto, ¿qué quieres? ¿Verano inolvidable? ¿Pasión suicida? ¿Correoso pero buen padre? Bueno, y después tenemos la gama de putón televisivo.
-Este… a ver, creo que un la penúltima iría bien.
-De acuerdo, un la penúltima entonces. ¿Te llevas las bragas de abrefácil? Están de oferta.
-Póngame sólo el cubrecorazón. Ah, y una caja de Ibuprofeno.
-Muy bien. Pues aquí tienes. Gracias y que te mejores del sentimiento.
-A usted, Don Marceliano.
Cuento de navidad
Hace 1 año
Por favor, escribe más Pilar, me encantan tus relatos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar-Ah, se me olvidava comentarle una cosa: el cubrecorazones tiene muchos, pero muchos efectos secundarios...
ResponderEliminaribuprofeno para la pereza, por favor, dos cajas.
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